Hola …. ¿Qué tal?

Todos deseamos un gran amor pero qué complicado resulta, ¿verdad?

Yo siempre digo que si los amigos fueran nuestras parejas, estaríamos solos o llenos de dudas. Sin embargo, la falta de estrés y de expectativas en ese ámbito, hacen que la amistad sea tanto más sencilla.

Crecemos deseando vivir felices y comiendo perdices con nuestra pareja, algo sumamente idílico… y justo ahí empieza el problema.

Puedes oír el podcast con este reproductor, o si prefieres la lectura tienes debajo una versión escrita. ¡Que lo disfrutes!

Cuando escribía el título se me vino a la cabeza Freddy Mercury con su dramático y genial “Love Of My Life”. ¿Se acuerdan de esa letra desesperada? Dice:

“Amor de mi vida no me dejes, no me lo quites (a tu amor)
porque no sabes lo que significa para mí”

Una letra fuerte, contundente, y muy sentida por un Freddy Mercury herido y adicto a ese amor. Cuando uno escucha esas canciones, o ve esas películas de amor apasionado, quiere sentirse enamorado con la misma intensidad. Crecemos deseando vivir felices y comiendo perdices con nuestra pareja, algo que suena sumamente idílico. Y por eso mismo … justo ahí empieza el problema. Tengo una tonelada de historias personales para convidarte pero hoy te voy a compartir la experiencia de trabajo con uno de mis clientes.

Carlos y Carmen

Carlos (no es su nombre real), estaba muy angustiado porque su pareja, Carmen (tampoco su nombre verdadero), es muy buena, muy atractiva, y muy compañera pero el igual se empezó a preguntar si a lo mejor no estaba con ella por costumbre. Sesión a sesión, Carlos me contaba su dolor porque sus dudas lo empezaron a torturar:

“¿Tengo que quedarme en esta relación? ¿Esto es estar enamorado? ¿Me quedo en esta relación porque me resulta fácil?”

Lo primero que hicimos fue salir del espacio mental que lo atormentaba y a contactar con su cuerpo.

“¿Qué sientes Carlos cuando dejas de pensar?” Carlos: “me siento rígido, frío, duro”. “¿Dónde lo sientes?” “Todo mi cuerpo está hecho un témpano, no sabría especificarlo”.

Poco a poco fuimos trabajando la serena aceptación de su momento vital. A Carlos lo desesperaba sentirse helado e impenetrable, cuando dejó de pelearse con ese sentimiento, le brotaron las lágrimas y algo se abrió. Esto no fue un proceso de un día, resumo un trabajo extendido.

“Carlos, ¿qué te quiere decir tu llanto?”, “que Carmen es todo lo que uno quiere en una mujer. No entiendo que me pasa”, “¿Qué te pasa a ti o qué te pasa a ti por Carmen?”, “Supongo que a mí por mí” “¿Qué necesitarías ahora?”, “No sé, estoy asustado”, “¿Qué te vendría bien?”

Miedo

El miedo nos mantiene en trance. El miedo nos separa del resto y nos hace dudar de nosotros. El miedo nos hace creer que hay un mundo que está sucediendo allí fuera y que nosotros estamos atrincherados observándolo. El miedo nos hace creer que los demás están en relaciones perfectas y nosotros no. El miedo nos contrae. El miedo ancestral que sentimos todos los seres humanos, nos ha ayudado a sobrevivir generación tras generación pero cuando ese miedo es desmedido perdemos nuestra brújula interna y le echamos la culpa al mundo fuera de nosotros - nuestra pareja, nuestro trabajo, o la circunstancia X que estemos viviendo por sentirnos así. Proyectamos fuera lo que nos molesta, enfada, y duele. Carlos hizo eso con su pareja Carmen. Como dice la maestra de mindfulness Tara Brach, cuando el miedo no se procesa, se convierte en tóxico para nosotros. Que quede claro que todos sentimos temor, en eso estamos todos juntos. El desafío empieza cuando nos animamos a trabajar con el miedo y no desde él. Esto nos permite entender primeramente que las dudas son parte de la vida, que las crisis de pareja también, y que las crisis personales las solemos exteriorizar pensando que son la respuesta a alguien o algo, cuando en realidad son una oportunidad para trabajar sobre sí y evolucionar.

Algunas preguntas que te pueden ayudar.

¿Qué momento vital estoy atravesando? (¿nacimiento de mis hijos? ¿Nido vacío? ¿Mediana edad? Etc.)

¿Cómo me siento en mi trabajo?

¿Qué historia me estoy comprando?

¿Qué me está impidiendo sentir el miedo? ¿Si el miedo es mi aliado y sé que sus mensajes son encriptados, a dónde está apuntando?

¿Qué aspecto de mi vida no estoy nutriendo? ¿Qué requiere de mi cuidado?

¿Qué está desalineado en mi vida?

¿Hay algún dolor histórico en mí que ha sido disparado por esta crisis personal? (¿Sufrí algo de pequeño/a y en ese momento no encontré apoyo? ¿Hay algo de lo que me pasa hoy que esté relacionado con aquel entonces?

Carlos se enamoró de Carmen porque a su lado encontró a una gran mujer y la estabilidad que nunca tuvo en su vida. Sin embargo, después de unos cuantos años a su lado necesita más adrenalina en su vínculo. Te lo pregunto a ti: ¿Qué puede hacer Carlos para relajarse, valorar y disfrutar en su relación?

Aclaro que si estás en una relación donde hay banderas rojas, tienes que salir ya. Por bandera roja me refiero a todo tipo de violencia verbal y física, y al abuso de sustancias que impactan en lo emocional, físico, y mental.

Esta publicación está dedicada a todos lo que crecimos creyendo que nuestra historia de amor tenía que encajar el molde que nos vendieron y que cuando eso no sucede, queremos tirar todo por la borda. La clave está en bucear hacia adentro y ver qué hay que atender allí. Luego, co-escribir una historia de amor real, donde el conflicto se puede reparar entre los dos y donde cada uno pueda honrar sus vidas individuales y conjuntas, y su pareja este en permanente evolución. Recuerda, no tienes que pasar por este tipo de dolor solo/a, hazte un favor y pide ayuda.

Espero que te haya hecho bien esta publicación, tengo mucho más que compartirte sobre este tema pero vamos poco a poco. Si conoces a alguien que esta publicación le pueda hacer bien, reenvíasela e invítalo/a a suscribirse. De esta manera, creamos puentes para ayudarnos los unos a los otros y quienes hacemos el blog, nos ayuda a ser más visibles.

Un fuerte abrazo ❤