Hola …. ¿Cómo estás hoy?

Estamos por empezar el año nuevo que es una época del año que se siente como una hoja en blanco. Miramos hacia atrás y vemos todo lo que nos ha acontecido. Cerramos los ojos y sentimos claramente qué agradecer, qué perdonar, qué dolió y qué se sintió genial. Sin embargo, el cambio de calendario al año nuevo trae silencio, misterio… y preguntas.

Seguramente abrigues un montón de deseos en tu corazón y hasta hayas hecho una lista de resoluciones para el nuevo año. Hay quienes deciden esperar a que transcurra parte de enero para ponerse en acción y hay quienes despiden la Nochevieja decididos a realizar cambios en sus vidas lo antes posible.

Pausar y respirar

Lo primero que se me ocurre hacer es pausar y respirar profundamente para hacerle espacio a este momento. Las transiciones suponen un desafío interno muy grande. Ésta en particular marca el contraste de todo el bullicio, el brillo y la velocidad de las Fiestas de diciembre con el ritmo más lento, la vuelta a lo cotidiano y al vivir con el alma más templada en enero. Sabemos que hay que despedir el año viejo pero nos genera incertidumbre la falta de control del año nuevo. ¡Y nosotros simples humanos que necesitamos tanto tener certeza! Sin embargo enero, nos invita a creer, a tener fe, y a permitirnos no saber. Si te sirve de anclaje frente a la falta de certeza, puedes poner en práctica rituales que te centren. Se me ocurre hacer una lista de gratitud, escribir a forma de diario íntimo, orar, contemplar, andar en la naturaleza, y hasta dormir un poco más.

Enero

Del latín "Ianuarius", es el mes dedicado al dios Jano. Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Este era el dios de los cambios y las transiciones, de los momentos en los que se traspasa el portal que separa el pasado y el futuro. Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (Ianuarius), el mes que inicia el nuevo año. Me resulta muy gráfico analizar el significado del mes de enero porque realmente lo que nos sucede año tras año es que tenemos que atravesar el umbral de lo conocido para entrar en tierras que aún no vemos del todo bien.

Transiciones

¿Cómo te llevas con los pasajes de una etapa a la otra? ¿Qué sentimientos te acompañan? ¿Te generan curiosidad? ¿Te abruman un poco? ¿Cómo sientes las transiciones en tu cuerpo? ¿Aparecen mariposas en la panza, presión en el pecho, liviandad corporal? ¿Qué quiere decirte el cuerpo con esas señales y cómo puedes aliviarte y consentirte?

Yo ya te conté que a mí me cuestan mucho las transiciones pero las atravieso y una vez hecho el pasaje, me suelo sentir muy bien. La primera sensación que tengo, sin embargo, es de dolor en la base de la garganta. Me angustia no tener control sobre los cambios. Es solo cuando suelto y me entrego, que me empiezo a relajar. Esto me hace acordar a cuando tuve que cruzar el puente de cristal del último piso del hotel Riu en Madrid. Mi primera sensación fue de miedo total como si estuviera en el aire con nada bajo mis pies. Sin embargo, cuando vi a mi hija atravesándolo con tanta tranquilidad y hasta alegría, entendí que me tenía que animar, que me estaba contando historias que nada tenían que ver con la realidad. Ese momento es una buena metáfora para ilustrar todas las veces que nos adelantamos con cuentos terribles de cómo van a ser las cosas que no tienen nada que ver con la realidad. Hay muchas pequeñas acciones que nos pueden ayudar a llevar estos cambios honrando nuestras necesidades más profundas.

6 Claves para las transiciones

¿Qué podemos hacer en esta transición de un año al otro? (y en todas en general)

1. Movernos más despacio. Esto no significa que vamos a caminar como una tortuga o en cámara lenta. Lo que necesitamos es enfocarnos en una actividad a la vez.

2. Priorizar lo que es de importancia y elegir intencionadamente a dónde vamos a poner nuestra energía y dónde no.

3. Poner límites saludables para cuidarnos.

4. Meditar y/o hacer tapping.

5. Equilibrar todo lo que ponemos en el afuera – familia, trabajo, sociales – con descanso – pequeñas siestas y horarios de sueño acorde a nuestras necesidades, y también tiempos de soledad.

6. Realizar ejercicio desde yoga y taichí hasta algo que nos haga sudar. En este punto en particular quiero decir que hacer ejercicio es una de las resoluciones de año nuevo más común. Consejo: empieza de a poco para sostenerlo en el tiempo.

Cuidado con las resoluciones de año nuevo

Tony Robbins nos dice que al comienzo de un nuevo año, las resoluciones están a la orden del día. Sin embargo, sin un plan, nuestras resoluciones de año nuevo rápidamente fracasarán. Si eres de los que les gusta plantearse cambios, te comparto lo que nos dice Tony Robbins:

“Este año, en lugar de fracasar con una resolución que te resulta poco inspiradora o inalcanzable, establece metas significativas y viables, y haz un plan para lograrlas. Cuando estableces las metas de Año Nuevo correctamente, podrás controlar tu ritmo y disfrutar de tu progreso a lo largo del camino”

Tony Robbins

Es maravilloso tener nuevos objetivos para el año que empieza. Año Nuevo, Vida Nueva, ¿verdad? Pero… ¿qué tal si en vez de ponernos unos objetivos muy grandes establecemos pequeñas metas que sean cumplibles? ¿Qué tal si llevamos a cabo pequeños cambios de hábito que favorezcan el logro de nuestras metas? ¿Qué tal si nos enfocamos en desarrollar herramientas que jueguen a nuestro favor para todo lo anterior? ¿Qué tal si nos movemos a la ofensiva y no a la defensiva? Lo que más deseo para este año que comienza es que nos honremos a todo nivel – físico, emocional, mental, y espiritual. Nuestros cuerpos tienen sus tiempos, nuestras emociones nos traen mensajes, nuestra mente necesita descanso y nuestro espíritu necesita alinearse con la fe de que siempre estamos siendo guiados.

Gracias 💖

Quiero aprovechar para agradecerte porque estás ahí leyendo/escuchándome atentamente, porque me escribes y me inspiras, porque cuantos más somos más ganas me dan de comprometerme cada semana para convidarte un poco de lo que hago en mi trabajo terapéutico y un poco de lo que tanto mis clientes como yo vamos sintiendo en este trayecto.

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