Personas que envenenan ☠️
Hola …. ¿Qué tal?
El tema de esta semana lo sugirió una suscriptora pero nos toca a todos de cerca y doy fe que lo escucho muchísimo en mis sesiones.
😪 ¿Quién no se ha relacionado alguna vez con alguien que lo ha dejado exhausto?
😪 ¿Quién no se ha sentido abrumado y triste después de compartir con alguien que parece que le hubiera drenado la energía?
😪 ¿Quién no se ha sentido pequeñito al lado de alguien que lo trató injustamente?
Puedes oír el podcast con este reproductor, o si prefieres la lectura tienes debajo una versión escrita. ¡Que lo disfrutes!
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Pienso en una palabra que escucho mucho decir a mis clientes - “tóxico/a”. Lo usan para referirse desde a un familiar hasta a un jefe. Según su etimología algo tóxico es aquello que daña al organismo por ser venenoso. Entonces, una persona tóxica, metafóricamente hablando, nos envenena. Es gente que nos controla, nos menosprecian, nos manipula, nos niega la realidad y nos chantajea emocionalmente.
El desafío más grande está en darse cuenta que uno está en una relación con alguien tóxico. Recuerdo perfectamente tener un novio así cuando era mucho más joven y con el cual me costó años romper porque no podía ver que era un vampiro emocional. Yo me contorsionaba para que no se enfade, no se desilusione, y me ame. Fueron años donde anduve a la deriva, o más bien, hipnotizada bajo sus “órdenes”. Vivía a su merced y justificándolo cuando alguien me quería hacer notar lo que veía desde afuera. Te cuento mi experiencia porque estar en ese lugar es de lo más doloroso, estresante y angustiante, y no quiero que te pase lo mismo. Mi caso fue extremo y tuve que tocar fondo para despertar. Por eso lo primero que tenemos que hacer es sacarles la careta a aquellos que nos invalidan y envenenan.
dETECTANDO envenenadores 🔎
Una persona tóxica se caracteriza por tener uno o varios de los siguientes rasgos:
No respetan los límites de los demás, atropellan a su prójimo,
Tienen una habilidad enorme para encontrar la falta en lo que hacemos y son meticulosos en recordárnoslo,
Son auto centrados y auto referenciales, hacen favores para luego echárselo en cara a quien los reciben,
Juegan el papel de víctima para lograr sus objetivos,
Tergiversan la verdad para engañar a su entorno y lograr lo que desean,
Son envidiosos y rencorosos,
Son cotillas para despedazar a sus víctimas,
No les interesa la reciprocidad en los vínculos sino tener el poder,
No se hacen cargo de sus errores, se justifican y culpabilizan a los demás,
Se regodean en el drama, les encanta ayudar cuando otro está en problemas pero no se alegran con la felicidad ajena,
Crean codependencia (como me pasó a mí),
En grados altos de toxicidad pueden ser agresivos, intolerantes y maltratadores.
Pero primero mírate tu
Ojo, como siempre digo en el blog, en todos los vínculos primero hay que mirarse uno mismo y ver si no estamos proyectando algo nuestro en alguien que no nos cae bien o con quien hemos tenido una diferencia. Puede pasar que las personas que nos rodean estén en un mal momento y que no actúen de la manera más acertada pero esas acciones no los caracterizan. Cuando se habla de personas que envenenan a otros nos estamos refiriendo a aquellos que los definen los comportamientos tóxicos y que no tienen intención de cambiar por más que uno hable e intente tener un buen vínculo. Son aquellas personas que no reparan en el daño que les causan a los demás o que se regocijan haciéndolo. Y sin embargo, muchas veces detrás de una personalidad tan oscura, se esconde un ser inseguro, con baja autoestima, y frustrado que lamentablemente, termina compensando lo que le falta haciéndoles sentir mal a los demás.
Hablar con asertividad y dejar claro que para que el vínculo funcione, las prácticas tóxicas tienen que cambiar. No caigas en la trampa de dar muchas explicaciones, sé simple y al punto.
Establecer límites saludables. Ser una buena persona no tiene nada que ver con ser complacientes. Hay límites que simplemente no se pueden transgredir. Todos los actos tienen consecuencias, no se puede ir por la vida hiriendo impunemente.
Irse de la relación sin dar mayores explicaciones cuando ya no hay nada que hacer. A veces lo más sano es tomar distancia. Si no puedes tomarla porque las circunstancias te obligan a convivir con alguien así, ignóralo/a y piensa que el problema lo tiene el/la y no tú.
Se auto-compasivo. La investigadora Kristen Neff nos sugiere hacernos estas preguntas:
¿Me siento cómoda con esto?
¿Esto me causa un estrés innecesario?
¿Necesito más tiempo y espacio para mí?Desarrollar una presencia que observa nuestra experiencia interior. Si empiezas a sentir un malestar físico o anímico, recuerda que el cuerpo habla lo que la boca calla. Cuídate, piensa que te haría bien.
Pon perspectiva para detectar qué hay detrás del comportamiento tóxico, esto no significa que lo condonarás, pero verás que el que tiene problemas es el otro y no tú.
Pide ayuda si no puedes resolver el tema solo/a.
Perdona como acto liberador. Esto no significa de ninguna manera que estarás justificando al otro, simplemente pasando de página. Di algo como “ya está, te perdono, tú a tu camino, y yo al mío”.
Habiendo estado tan cerca de alguien con un alto grado de toxicidad, se lo que se sufre pero también que se puede despertar del encantamiento en el que parece que nos encontramos.
Espero que este blog/podcast te haya hecho bien. Y si conoces a alguien que lo necesita, invítalo a suscribirse. De esta manera aportamos nuestro granito de arena para ayudarnos los unos a los otros.
Gracias por sugerirme tantos temas, gracias por estar ahí.
Un fuerte abrazo ❤