Hola …. ¿Qué tal?

El tema de esta semana está dedicado a ayudar a todas las personas que se sientan vulnerables con el estado del mundo y con sus desafíos personales, familiares y profesionales.

Todos los días somos testigos de situaciones que ponen a prueba nuestra resiliencia y por ende, estamos llamados a ser más conscientes de nuestro universo emocional y cómo regularlo. Es muy probable que te estés preguntando qué son la resiliencia y la regulación emocional. En palabras sencillas te diría que… puedes escuchar este podcast! 😊

Puedes oír el podcast con este reproductor, o si prefieres la lectura tienes debajo una versión escrita. ¡Que lo disfrutes!

En palabras sencillas te diría que la resiliencia es nuestra capacidad de sobreponernos a la adversidad y de seguir adelante con más sabiduría. Tal como decía en el título, la resiliencia va de la mano con la regulación emocional. Esta última implica discernir cómo disminuir emociones complicadas y cómo amplificar aquellas que nos dan bienestar. Nadie dice que la resiliencia o la regulación emocional sean sencillas pero se pueden entrenar.

En mi trabajo con mis clientes lo primero que les pido es que traigan a la mente la situación que los está alterando. Les pido que le presten atención a lo que están sintiendo y que lo acepten sin pelearlo. Esto es muy importante para hacer una correcta evaluación de lo que está sucediendo. Una de mis clientas me contaba que su jefe la trató mal porque no entregó un informe de la manera que se esperaba de ella. Se sentía estresada y agobiada. Le pedí que me cuente lo que sentía en ese momento y que se olvide por un minuto del futuro. Admitió que sentía mucha tristeza e inseguridad. Acto seguido la invité a ponerse ambas manos en el pecho y que contacte con lo que le haría bien en su situación. Me dijo que necesitaba pedir ayuda, que no lo había hecho por miedo a no verse lista, que necesitaba sincerarse, y encontrar a alguien que la ayudara.

Regulación EMOCIONAL en 5 pasos

Esos simples pasos que te acabo de compartir son los primeros para regularnos:

1. Observación de la situación difícil.

2. Aceptación de las reacciones emocionales.

3. Acceso compasivo a lo que sucede en el presente

4. Puesta en contacto con lo que aliviaría la situación

5. Evaluación de cómo atenuar la situación en la práctica

Este trabajo nos permite contactar con el momento presente porque cuando la cabeza se pierde en el futuro lo lógico es que nos preocupemos y angustiemos. No es una tarea fácil pero es crucial. El trabajo terapéutico luego irá mucho más profundo y en forma multidimensional pues fomentará el bienestar emocional, físico, mental, y espiritual, pero el ejercicio de auto-regulación nos ayuda a salir del pantano inicial donde nos encontremos trabados. Imagínate que vas en tu coche un día de lluvia en una ruta rural y que tu coche se queda encajado en un bache. ¿Qué vas a hacer primero? Lo básico, sacarlo de donde se estancó. Luego harás todas las inspecciones necesarias para que esté en pleno funcionamiento. La regulación emocional es igual.

Resiliencia

A mayor capacidad de volver a nuestro centro en situaciones adversas, mayor será nuestra resiliencia también. Esto favorecerá una actitud optimista, perseverante y valiente. Las personas resilientes tienen la capacidad de entender que nada dura cien años, que sea cual sea el desafío, será temporario. Una mentalidad resiliente es flexible, calma, y resolutiva. Esto de ninguna manera implica estar en modo zen todo el tiempo sino poder reconocer el enojo, frustración, o tristeza inicial y luego buscar la manera de encontrar sosiego para darle la vuelta a lo que nos está pasando. Una herramienta importante que aprendí en neurociencias del bienestar es saborear e internalizar los buenos momentos. Lamentablemente, nuestra mente es como el teflón para las cosas buenas y como el velcro para las malas. Cuando necesites recurrir a tu fortaleza interna, recordar todos los momentos que saliste adelante será esencial.

La próxima vez que la vida te de un revés y encuentres la manera de levantar la cabeza y de sonreír, disfrútalo y celébrate. La tormenta volverá a golpear tu puerta pero estarás equipada/o para afrontarla.

Un fuerte abrazo ❤