¿Por qué pedir perdón no es suficiente?
Hola …. ¿Cómo estás hoy?
Hoy quiero hablar de algo que sale con mucha frecuencia en mis sesiones y es cuando las disculpas no resultan suficientes.
¿Qué pasa cuando alguien nos dice “lo siento” pero no nos alivia? ¿Qué puede estar sucediendo cuando nosotros somos los que pedimos perdón y el otro no lo acepta bien? En tu ámbito laboral o en lo personal seguramente te ha tocado estar de un lado o del otro. Es importante estar equipados para poder pedir perdón con verdadera intención.
Entonces, si con solo decir “lo siento” no es suficiente, ¿cuáles son los ingredientes de una real disculpa?
Puedes oír el podcast con este reproductor, o si prefieres la lectura tienes debajo una versión escrita. ¡Que lo disfrutes!
El escritor Gilbert Chesterton ya lo dijo con muchísima claridad, “Una disculpa forzada es un segundo insulto ... La parte agraviada no quiere ser compensada porque le han hecho daño; quiere sanar porque ha sido herido”. La clave es esa, que el ofrecimiento de perdón ayude a cerrar la herida.
Las 6 acciones del pedido de perdón
Un equipo de investigadores liderados por el Profesor Roy Lewiski de la Universidad de Ohio echó muchísima luz a este tema después de analizar cerca de mil casos. Estos llegaron a la conclusión que para que el pedido de perdón sea efectivo tiene que incluir las siguientes 6 acciones:
Expresar pesar
Explicar lo que fue mal
Reconocer la responsabilidad
Expresar arrepentimiento
Ofrecer cómo reparar el daño
Pedir ser perdonados/as
Uno lo ve así y parece lógico pero en la práctica pedir perdón es difícil. Te comparto lo que escucho en múltiples sesiones y también en mi experiencia. A ver si esto te resuena:
“Me dijo que estaba arrepentido pero que lo dijo en tono de chiste, que no me quería ofender”
“Le pedí perdón pero es muy resentida, le cuesta pasar página” “¿Qué le dijiste exactamente?” “Le dije que me equivoqué, por supuesto, pero que ella también se ponga en mi lugar porque reaccionó de forma desmedida”
“Me pidió perdón pero luego se puso mal y me preguntó si el siempre hace todo mal para mí”
“Otra vez se pasó con lo que me dijo y otra vez me pidió perdón pero ya no le creo”
Si estás leyendo/escuchando esto, ¿de qué te percatas? … Son todos ejemplos de falsas disculpas. ¿Cómo alguien va a aceptar un pedido de perdón si el otro está diciendo “perdóname por lo que hice pero tu (tal o cual cosa)?” ¿Cómo alguien va a sanar su dolor si el otro reincide en sus actos agraviantes para luego arreglarlo todo diciendo, “lo siento”? De hecho, no sirve de mucho que nos digan perdóname si éste no está seguido de un acto reparador.
Cuando alguien se siente herido, que el otro exprese arrepentimiento es importante, diría que el primer paso, pero éste pierde relevancia si no hay una aceptación de la responsabilidad sin justificarse. La persona dañada necesita ver en los ojos de la otra persona sentimientos sinceros y además, quiere saber qué va a ser el otro al respecto.
Ejemplos
Un cliente me contó que lo había defraudado fuertemente alguien cercano en su familia. Sinceramente, lo que le pasó requiere de mucha madurez y claridad para decidir cómo seguir. Cada vez que teníamos sesión me relataba su dolor y sus ganas de perdonar. Sin embargo, su herida sangraba mucho. Lo que se jugaba de fondo era primero, que no encontraba en quien lo hirió ni palabras ni actos que le proporcionaran sosiego y luego, tampoco sentía ninguna confianza de que lo sucedido no iba a volver a suceder. Por eso insisto, no basta con decir “perdón”. Fíjense que diferente suena lo siguiente: “Lo siento porque estás sufriendo por lo que yo te hice. Veo tu dolor y sé que soy culpable. Me hago cargo porque haciendo esto, te lastimé y rompí nuestro pacto de confianza. Yo sé que te va a llevar tiempo volver a creer en mí, pero esto no va a volver a suceder”
Acción #7: escuchar
¿Sabes qué más? es importante expresar los 6 actos que te mencionaba antes: remordimiento, disculpas, responsabilidad, y voluntad de cambiar, etc. pero hay otra cosa que me parece clave y es tener la capacidad de escuchar. Todo aquel que ha sido herido necesita escuchar el arrepentimiento en el otro, necesita entender que lo motivó a comportarse como lo hizo, pero también necesita expresarse y ser escuchado. Es clave poder crear los espacios para dialogar y para poder estar presentes con lo que cada uno tiene que decir. Recuerda, no hay espacio para las excusas, no hay espacio para terminar convirtiendo a la víctima en victimario, hay que tener coraje para aguantar lo que el otro tiene para decir sin estar a la defensiva. No hay reparación alguna si quien pide disculpas está cuidando su ego y no depone sus armas.
kintsugi
Hay algo mágico que sucede cuando la persona que se equivocó trabaja a diario para que la otra persona pueda sanar y sentirse segura de una manera nueva. Cuando algo se rompe puede llevar tiempo enmendarlo pero si el deseo de reparar lo dañado es sincero, ese vínculo puede fortalecerse y profundizarse mucho más que antes. De hecho, en Japón, hay una técnica que se llama kintsugi que puede servirnos de metáfora para lo que estoy diciendo. Cuando una vajilla de porcelana se rompe, ésta se enmienda con resina de oro. Esa vajilla se transforma en algo sumamente delicado y bello. Las grietas están, y quedan a la vista, y el cuidado y tratado de éstas con delicadeza también. Si nos transportamos al mundo del rock, una de mis canciones favoritas, “More Than Words” (= Más Que Palabras), de Extreme, también nos ayuda a reflexionar sobre el tema de hoy:
“Qué fácil
Sería mostrarme cómo te sientes.
Más que palabras
Es todo lo que tienes que hacer para hacerlo real.”Gary Cherone & Nuno Bettancourt (Extreme)
La próxima vez que tengas que disculparte, recuerda todo lo anterior. Si alguien te pide disculpas pero no las sientes del todo honestas, sin atacar, dile al otro que es lo que no te hace bien y qué te hace falta.
Espero que te haya gustado este blog/podcast. Si sabes de alguien que le pueda hacer bien, reenvíaselo e invítalo a suscribirse. De esta manera tendemos puentes que nos acercan en nuestro deseo de vivir mejor. A nosotros también nos ayuda a ser más visibles, y a mí en particular, me motiva a inspirarme aun más semana a semana. Recuerda que estamos en Spotify y Apple podcasts.
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