Reavivar las cenizas en la pareja

 

Hola …. ¿Qué tal?

Este blog está dedicado a todas las personas que aman a su pareja pero que están preocupadas porque sienten que la relación ya no es lo que era o que ha perdido la chispa.

Y no me refiero solo a lo sexual sino a la vida de la relación en su totalidad. Es como si el tren de los hijos, el trabajo y las obligaciones hubiera arrasado con el deseo de estar juntos.

Puedes oír el podcast con este reproductor, o si prefieres la lectura tienes debajo una versión escrita. ¡Que lo disfrutes!

 
 

A mí me da la sensación que damos mucho por sentado en nuestras relaciones de pareja. Nos conocemos y se para el mundo. Los primeros meses y a lo mejor años, todo lo que queremos hacer es estar con la otra persona, hablar, salir, y tener momentos ricos de intimidad. De repente, un día nos sentimos más desinflados. Ahí se encienden todas las alarmas habidas y por haber. ¿Será el amor de mi vida? ¿Quiero pasar mi vida con alguien que no me motiva y con quien hasta me aburro? Ojo, en este blog no me voy a referir a las preguntas más que válidas cuando hay banderas rojas en las relaciones. Con esto me refiero a la violencia de todo tipo – física, verbal y emocional – y también a la falta de respeto, integridad e interés total en la relación.

...nuestra pareja pasa a ser el compañero de piso

Más bien, intenta pensar en todas las parejas que conoces, que están juntas hace un tiempo, que se tratan bien, que se aman, pero que no sienten tanta ilusión en este momento. Ya no sienten mariposas en la panza pero no quieren tirar la toalla (o no aún). Yo siempre le digo a una amiga que es para reflexionar por qué entre amigos estamos relajados y no estamos micro analizando todo, y en cambio, en una relación de pareja, miramos al otro con microscopio, le encontramos mil defectos, y lo estamos evaluando todo el tiempo. Eso o estamos tan en otra historia con nuestras obligaciones que nuestra pareja pasa a ser el compañero/a de piso. Y como todo, si no regamos una planta, se marchita y si no avivamos el fuego, se apaga.

¿Entonces qué hacer?

Primero, pienso que tal vez en vez de hacer hay que estar presentes con nuestra pareja. A mí me encanta el enfoque de Tony Robbins porque él dice que hay que virar de querer “obtener” algo de nuestras relaciones a querer “ofrecer” lo mejor de nosotros a nuestra pareja.

Habría que cambiar los verbos entonces, en vez de:

Ya no me excita
no me hace feliz
no me hace reír

Sería:

¿Cómo puedo yo ofrecerle emoción,
ofrecerle sensualidad,
ofrecerle humor, alegría etc.?

Por otro lado, también hay que salpimentar y jugar con quienes amamos. Los pequeños actos revitalizan las relaciones, desde tomar un vino juntos con música de fondo y hablar solo de la pareja, a hacer una invitación a salir en el momento menos predecible, a ofrecer unos masajes, hasta buscar todas las maneras que nos unen y nos divierten. Pensemos que es lógico que con el tiempo nos sintamos diferentes con nuestras parejas porque con la presión de la rutina, nos distraemos y aburrimos, el sexo incluido, por lo tanto, busquemos maneras para sacudirnos. Y sobre todo, recordemos por qué estamos con esa persona y qué nos impulsa a seguir juntos a pesar de no estar pasando por el mejor momento.

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Otra cosa que aprendí con los años en mi relación y que enseño mucho a mis clientes es a hacerse cargo cuando, por alguna razón, estamos más circunspectos, tristes, y hasta enojados. Hace mucho tiempo, aprendí a hacer una pausa y sincerarme con mi marido contándole que estoy atravesando por algo que es desafiante para mí pero que él no tiene nada que ver con mi malestar. Le explico que es cosa mía, que no se asuste, que me dé un poco de tiempo, que ya va a ponerse en todo en su lugar pero que mientras tanto recuerde que lo amo. Esto es importante porque muchas veces las personas en pareja se comen la cabeza pensando qué habrán hecho para que su amor esté como está. El estrés con el que convivimos en estos tiempos, muchas veces contribuye a que nos repleguemos y alejemos de quienes más amamos y nos ama. Entonces poner las cosas claras sobre la mesa resulta un bálsamo.

Rutinas y Rituales

Por último, quiero compartirles algo sobre la rutina y los rituales, que me encantó y que escribió la experta en relaciones y sexualidad, Esther Perel:

“Las rutinas nos ayudan a pasar el día. Los rituales nos guían por la vida. Las rutinas son acciones concretas y repetitivas que nos ayudan a desarrollar habilidades al mismo tiempo que crean continuidad y orden. Los rituales, por otro lado, son rutinas elevadas por la creatividad, impulsadas por la intención e imbuidas de significado. Nos levantan y crean entusiasmo. Cuando incorporamos el concepto de ritual a nuestra vida diaria lo mundano se convierte en significativo. Correr todas las mañanas es una rutina de ejercicios. Caminar juntos por el bosque todos los domingos por la tarde es un ritual para pasar tiempo de calidad juntos en la naturaleza. Poner la mesa cada noche es una rutina. Decorar la mesa con flores, velas y una vajilla especial es un ritual para una cita nocturna perfecta”.

Esther Perel

Con las palabras de Esther en mi corazón los invito a pensar lo siguiente, cocinar es una rutina que hacemos a diario para comer pero cocinar junto a la pareja, reírnos, y darle a probar lo que estamos haciendo une, divierte, conecta con todos los sentidos y prepara el momento de la comida como algo especial, un regalo merecido para ambos. Hacer el amor el mismo día de la semana en la habitación con las luces apagadas es una rutina pero hacer el amor con velas, aceites, y música es una común unión entre dos que se ama y se trascienden. Como dije al principio, damos demasiado por sentada nuestras relaciones pero para que crezca, y este fuerte, hay que alimentarla de manera consciente, igual que como cuidamos a nuestras plantas.

Si te gusto este blog y conoces a alguien que le pueda servir en este momento, invítalo a suscribirse, de esa manera tendemos puentes para ayudarnos los unos a los otros.

Un fuerte abrazo ❤