Mamá podemos hablar…?
Anécdota de mi hija (8)
- ”Mamá, podemos hablar?”
- Sí hija, claro. ¿Qué pasa?
-“Es que cuando voy al cole ahora me siento rara”
- ¿Y por qué?
- “Es que eso es lo que quiero saber“
- Bueno imaginemos que esto es una cebolla, vamos a ir sacando capa por capa, OK? Cuéntame.
- “Es que me siento muy alta, el resto de las niñas son más bajitas, mucho más bajitas y yo soy más alta que todos”
- Bueno, ser alto-medio-bajo a esta altura no dice mucho porque están en plena etapa de crecimiento pero si te tocará ser alta, es algo muy bello, la belleza tiene menos que ver con el afuera y mucho más que ver con el adentro. Igual te entiendo y volveremos a ver el tema más tarde. ¿Qué más?
- ”Es que ahora tengo miedo a suspender las materias, estoy rara, preocupada”
Bueno, pensemos, sí, es cierto que ahora estás en tercero y que han cambiado las cosas, eres chica pero ya no vas al jardín de infantes y tienes más desafíos, igual estás bien, eres una niña responsable, intenta relajarte, lo que está en tus manos ya lo haces. ¿Te acuerdas cuando me decías que extrañabas ser chiquita? Yo creo que siempre te caracterizo ser una niña feliz, tu dicha. Hazle lugar a reírte un poco de todo como lo has hecho siempre, deja que convivan las mariposas en la panza con tu alegría, intenta divertirte en lo qué haces.
Mi hija suspira y me abraza. Y yo pienso cuando la veo más relajada, ¿cuándo fue que mi marido y yo dejamos de divertirnos en pos de conseguir nuestras metas y objetivos? Es normal, pero podemos reclamar esa dicha que perdimos en el camino de “hacernos grandes” y hacerle espacio.
La conversación con mi hija me puso un espejo enfrente para darme cuenta de tantas cosas que uno va dejando atrás a medida que transcurre la vida, pues, siempre hay tiempo y personitas que nos recuerdan lo esencial.
May there be joy 💕