Una Navidad diferente

 
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Hola …. ¿Cómo estás hoy?

Este ha sido un año difícil y no todos estamos con el espíritu de las Fiestas muy arriba. ¿Qué hacer entonces? Te invito a que pensemos esta Navidad desde otro lugar en el siguiente podcast.

Puedes oír el podcast con este reproductor, o si prefieres la lectura tienes debajo una versión escrita. ¡Que lo disfrutes!

 
 
 

Sin duda este ha sido un año que trajo consigo una gran enseñanza, una templanza en nuestros espíritus que no conocíamos, el pedido a gritos a pausar y repensarnos, y no nos quedó otra que tomar aire y respirar. Hemos cambiado visiblemente, la pandemia nos transformó y re significó nuestros valores, y también nos impactó fuerte. Muchos hemos pasado por algunos tragos amargos y hemos tenido pérdidas significativas. Se han ido personas amadas, trabajos, proyectos y también las ganas de hacer en general. El deseo por la algarabía de las fiestas a pura pompa ha pasado de lado. Y está bien, es natural no sentir tanta ilusión en estas Fiestas. Nadie nos puede obligar a sentirnos con el ánimo alto porque “vamos que es Navidad”, “hay que ser agradecidos”, “tenemos que estar felices”, “tenemos suerte si no mira a…”. Yo creo que a lo que estamos invitados es a reconocer y aceptar lo que sentimos e integrarlo a todas las emociones que van ir surgiendo en estas fechas, porque también tendremos momentos agradables, serenos y apacibles.

Más allá de los golpes de la pandemia que hemos recibido este año, podríamos decir que, en general, no todos disfrutamos las Fiestas con el espíritu de cuando éramos chicos.

Puede que este año nos resulte más fácil proyectar nuestra nostalgia en el ataque del virus, pero la realidad es que cada Navidad trae aparejada sentimientos mezclados.

Por un lado, somos testigos de la magia del brillo de las lucecitas navideñas, las decoraciones, los niños con su dichosa expectativa, los escaparates adornados para la ocasión, los villancicos, y vivimos con anticipación la deliciosa comilona y la reunión con familiares o amigos queridos. Y aun así, hay algo más dentro, que nos revuelve las tripas, y que nos exhorta: ¿qué te está pasando? Y de repente, sentimos también pena, angustia y hasta tristeza. Ya no nos divierte tanto todo eso que nos propone el afuera, extrañamos a personas que ya no están, empezamos a hacer balances precipitados, nos estresamos con las compras y ¡zas! aparece la culpa por estos sentires navideños.

Pero ¿quién dice que solo hay que sentir gozo y exaltación todo el tiempo?, ¿la cultura?, ¿la sociedad? , ¿nuestras familias?, ¿nuestro entorno?, ¿nuestra historia?, ¿los medios de comunicación?. ¿Y si, alternativamente, nos desplazamos con movimientos más tranquilos? ¿Si optamos por ser más minimalistas? ¿Si actuamos menos regidos por el afuera y más movidos por el adentro? ¿Y si le hacemos un espacio al amor más noble que podamos sentir en esta Navidad? ¿Si dejamos que nuestra gracia innata de empatía, bondad, compasión y claridad se haga presente y nos inunde desde la coronilla a los pies? Podemos llevar a cabo un cambio radical en estos tiempos de Fiestas simplemente abriendo un espacio para estar presentes con conciencia pura, dejando que fluya todo el abanico de emociones, porque eso son, del inglés “e” energy+motion, energía en movimiento. Podemos prestarle un oído activo a quienes nos hablan, escuchando sin juzgar, ofreciendo palabras amables, dejándonos movilizar por el otro y sus necesidades, y atendiendo las nuestras con mucha diligencia y ternura. Estamos convocados a salir del trance del consumismo y del “deber ser” para vivir nuestra más auténtica experiencia Navideña en todos sus colores.

Me gustaría terminar con unas palabras de Rha Goddess, coach y mentora, a la que admiro mucho, que dice:

“¿Has descubierto cómo convivir con lo que es incierto?
¿Puedes encontrar la risa, la paz, la fuerza y ​​el conocimiento divino aún en estas circunstancias?
Sigue ejercitando tu fe en que todo está bien, en que hay suficiente para todos y en que vales la pena”.

 

Covid nos ha empujado a tener una Navidad más íntima. Date el gusto de rediseñar esta Navidad a tu manera, hagas lo que hagas que sea fiel a ti mismo y que puedas alinear mente y corazón.

Que tengas una Navidad amorosa, apacible y relajada.

Un fuerte abrazo ❤