Una publicación personal: mi pareja
Los que me conocen saben que hace algo más de un año nos mudamos de Argentina a España. Para la mayoría, nosotros incluidos, una transición tan grande trae emparejados momentos de alegría, stress y emoción (a veces exacerbada por la vulnerabilidad) y también enojo e impaciencia.
Cuando publico fotos llegan los mensajes: “qué bien que están” Y yo pienso: “Lógico, se nos ve tan felices pero no te quedes con la foto por favor, hay mucho detrás”.
Este ha sido un año que por todo lo mágico, trajo desafíos de pareja que no siempre encaramos con sabiduría desde el principio. En lo personal, tuve momentos de echar culpas y proyectar mis frustraciones y traumas de antaño en mi compañero. Y como ninguno es perfecto, hemos discutido, nos hemos distanciado y nos hemos vuelto a buscar. Creo que lo que siempre nos mantiene juntos es el deseo de estarlo.
En mi caso, he trabajado mucho en mí, he tratado de mirarme más, de dar la vuelta en U y hurgar profundo. “¿Qué me está evitando sentir esta proyección en él?” “¿Qué necesita mi atención y cuidado interno?” “¿Cuál es la buena intención que tenemos los dos debajo de todo este desencuentro?”
Entonces llega el momento de calma donde cae la ficha y uno se hace cargo, uno se descubre espejo de lo que le molesta del otro, se caen las caretas, y emergen las cicatrices. Y desde ese lugar real, le tendemos la mano al/la compañer@ para seguir andando unidos desde un lugar genuino. Vale destacar que valoro muchísimo también el trabajo sobre sí que hace mi compañero, eso reconforta tanto porque hay una verdadera intención de crecer, de amar bien. Como dijo el genial Erich Fromm: El amor no es algo natural, sino que requiere disciplina, concentración, paciencia, fe y la derrota del narcisismo.